viernes, 31 de julio de 2015

Actitudes y comportamientos de higiene

Un manipulador puede contribuir al riesgo microbiológico cuando comete faltas de higiene que permitne que los gérmenes procedentes de su intestino, nariz, boca, heridas o piel, entren en contacto con los alimentos.

El lavado de manos por parte del manipulador es una medida higiénica fundamental para evitar que el mismo origine la contaminación de los alimentos.

Un correcto lavado de manos consiste en utilizar jabón y agua caliente, frotando las manos hasta la muñeca de forma meticulosa, con la ayuda de un cepillo de uñas, y elimnar el jablón con abundante agua caliente.

Finalmente secar con un método higiénico, como son las toallas de un solo uso o el secado por aire caliente (este último sólo se recomienda en los servicios higiénicos, ya que en los locales de manipulación de alimentos, el aire puede remover los gérmenes del ambiente y contaminar los alimentos).

Resultado de imagen de secado de manos higienico 


El lavado de manos resulta imprescindible particularmente:
  • Antes de salir del servicio higiénico.
  • Antes de manipular alimentos que van a ser tocados directamente con las manos y a consumirse sin ulterior calentamiento (ensaladas, ensaladillas, sándwiches, bocadillos, loncheado de carnes asadas, ornamentación de productos de pastelería, etc.).
  • Antes de reiniciar la manipulación de alimentos, tras una ausencia del puesto de trabajo (colocar un pedido, cobrar, etc.).
  • Después de estornudar, toser, restregarse los ojos, o hacer cualquier otro gesto inadvertido que pueda conllevar la contaminación de los alimentos.

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