No puedo no hacerme eco y alegrarme de que uno de los generadores de opinión mundial haya tenido en esta semana unas palabras con las que no puedo estar más de acuerdo, por lógicas y abrumadoras.
"Apoyar con decisión el derecho a una igual retribución por el mismo
trabajo. ¿Por qué se da por descontado que las mujeres deben ganar menos
que los hombres? ¡No! El mismo derecho. ¡La desigualdad es un puro
escándalo!”, clamó.
Y es que ya se habla con tanta naturalidad de la brecha de salarial entre hombres y mujeres, que hace natural estas prácticas que más allá de ir en contra de la Carta Magna, están faltas de toda ética .
Y no sólo no quedamos en que se naturaliza la diferencia salarial, sino que según datos de la Encuesta Anual de la Estructura Salarial de 2012, publicados por el Instituto Nacional de Estadística, la brecha se situaba en el 24 %.
Según el informe de UGT " Trabajar igual, cobrar igual", pone de manifiesto ya no sólo las obvias consecuencias de esta situación a corto plazo, que es que una mujer tendría que trabajar 79 días más al año para ganar lo mismo que un hombre, sino que tendría que cotizar 11 años y medio más que su homólogo masculino en un trabajo de igual valor para cobrar la misma pensión.
En Cantabria los datos en ese año fueron los siguientes :
Hombres: 23.309,90 € anuales.
Mujeres: 16.771,99 € anuales.
Es decir la brecha salarial fue del 28,05 %, una de las más altas de España, sólo por detrás de Navarra y Aragón que superaba el 29 %.
Vamos a ver si se empiezan a tomar medidas quien tiene la potestad de hacerlo y en vez de naturalizar la situación, se persigue, multa y erradica.
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